jueves, 18 de marzo de 2010

La teoria de las mediaciones

La gramática de la comunicación según la celebre (y muy utilizada) teoría de Jakobson identifica seis elementos fundamentales en el proceso comunicativo: emisor, receptor, referente, canal, mensaje y código: Emisor es él que emite y codifica el mensaje, receptor es el que recibe el mensaje y lo descodifica e interpreta, mensaje es la información que se transmite, el enunciado concreto que llega al receptor. (Y depende de la clase de código que se utiliza: números, palabras, etc.), canal es el medio físico a través del cual circula el mensaje; si presenta anomalías, la comunicación no se produce o no se produce en las condiciones optímales, el canal puede ser de tipo físico (el aire de la voz) o técnico (un cable), código es el conjunto de signos y reglas a través de los cuales construimos el mensaje, situación es el conjunto de circunstancias extralinguisticas presentes en el proceso de comunicación y necesarias para interpretar correctamente el mensaje.
(Desde estos seis elementos Jakobson dedujo la existencia de seis funciones del lenguaje: la expresiva, la apelativa, la representativa, la fática, la poética y la metalingüística)
En el esquema clásico de Jakobson el emisor aparece como la base de toda comunicación y aquello a lo que se refiere el mensaje la “realidad objetiva”, Jakobson fue fuertemente influenciado por la teoría de la información donde el proceso comunicativo (más bien definido informativo) era demasiado mecanicista y se limitaba a un “pasaje de datos”.
La forma general de Jakobson del esquema de la comunicación se limita en la pareja emisor-receptor (personas o aparatos) que codifican, o descodifican el mensaje y no tiene en cuenta las relaciones íntersubjetivas que existen en las sociedades, por esto (y por otras razones) dicho esquema ha sido muy criticado.

Mac Luhan cumplirá un paso adelante a esta teoría tan “matemática” y con su celebre frase “El medio es el mensaje” este ultimo no se considerará ya solo como contenido ya que de esta manera se perderían algunas de las características más importantes de los medios: “Su poder para modificar y plasmar las acciones y relaciones humanas”. Para el canadiense medio y mensaje funcionan en pareja ya que uno puede contener al otro y además, existen medios que aportan mucha información y por lo tanto fomentan un receptor pasivo (los que Mac Luhan llama medios calientes como la radio, el cinema) y otros donde nuestras mentes tienen la tarea de “completar” de alguna manera lo que han percibido (es el caso de los medios fríos: el teléfono, la televisión).

Greimas y Eco ven la comunicación como un “proceso cooperativo” donde no hay un solo actor comunicativo sino más bien una multiplicidad de sujetos.
Greimas critica la forma de la comunicación de Jakobson (sobretodo cuando este ultimo se refiere al concepto de “intención”) ya que según él la comunicación no es un acto siempre voluntario y conciente. El lingüista lituano cambia el concepto de intención por el de intencionalidad, “que sin relacionarse con la motivación o la finalidad junta a los dos permite concebir el acto como una tensión que se inscribe entre dos mundos de existencia la virtualidad y la realización”.
Greimas comenta de cómo exista “persuasión” en un proceso comunicativo, gracias a la cual todos los actores que codifican un mensaje, utilizan todas las maneras posibles para hacer aceptar el propio saber al destinatario.
Umberto Eco habla del destinatario como condición indispensable por su naturaleza comunicativa y su potencialidad significativa, en Lector in Fabula un texto viene concebido como algo que “incluye las previsiones de los movimientos del otro” y asume entonces un potencial activo que al principio no se había considerado.

Será con J. Barbero y su teoría de las mediaciones donde el sujeto social en general y el de la comunicación en particular, se verá no solo ya como receptor activo de los mensajes sino también como “protagonista de los procesos de interacción cultural”.
En esta teoría los contextos de la vida cotidiana de los que reciben los mensajes y sus mediaciones culturales son momentos complejos e fundamentales en el proceso comunicativo.
En esta perspectiva los mensajes producidos por los medios de comunicación son polisémicos y son recibidos por parte de los destinatarios desde diversos puntos de vista y de interpretación, “el sujeto está permanentemente restituyendo su significación ya que la propia significación varía de manera intra-personal, el sentido del texto se construirá de manera diferente según los discursos (conocimientos, prejuicios, resistencias) que el lector aporte al texto: el factor esencial entre audiencia/sujeto y texto será el espectro de discursos de que disponga la audiencia”
Esto implica que el mismo mensaje recibido por el canal radio, televisión o cine tendrá repercusiones y será objetos de ideas y reflexiones muy distintas en los sujetos a según de su entorno socio-cultural y de su experiencia.
Se trata, en definitiva, de superar aquella visión típica de la teoría de la comunicación donde los públicos son entendidos como “víctimas de la manipulación”, y donde sólo tienen la opción de resistir y aguantar todo lo recibido sin tener la posibilidad de mantener otro tipo de relación con los mensajes decodificados.
Por Barbero (1987) el tema central del debate sobre comunicación tiene entonces que moverse desde los medios a las mediaciones. La mediación ha sido conceptualizada por él como “aquella instancia cultural desde la cual los significados y sentidos son producidos y apropiados por la audiencia” Las mediaciones son “ese lugar donde es posible comprender la interacción entre el espacio de la producción y el de la recepción (1992:20).
Orozco completa la idea de Barbero y entiende dicha mediación como el “proceso de recepción donde se crean y recrean significados y sentidos desde la interacción de la audiencia con el medio y con las otras instancias sociales (Colina 2001)
En las teoría de las mediaciones el receptor y el canal (TV) no se reduce al momento de estar en frente a la pantalla, este está condicionado desde antes y es también influenciado después, cuando el televisor se apaga.
Las mediaciones sociales aumentan el nivel de actividad de la audiencia y su re-creación de significados, conceptos estos, que en la Gramática de la Comunicación de Jakobson no venían considerados.
El receptor selecciona de la TV, por ejemplo, lo que es relevante según su punto de vista y esta selección suele estar influenciada por las mediaciones sociales.
El cambio fundamental comparado con las teorías anteriores es que el aspecto problemático del proceso comunicativo no es solo el medio o el mensaje sino además el mismo proceso de recepción que bajo un enfoque social tiene unas repercusiones y asume unas connotaciones distintas y más amplias; se relaciona además al uso del mensaje que el receptor da o puede dar, es decir, este puede tener necesidades laborales, de estudio y ser destinatario de informaciones con objetivos distintos.
Este enfoque social se subraya en Barbero que habla de los tres lugares de mediación: la cotidianidad familiar, la temporalidad social y la competencia cultural. De manera análoga Orozco afirma como la mediación se pueda originar en varias fuentes: en la cultura, en la política, en la economía, a según de la clase social, del genero, al interno de los medios de información, también en la mente de los sujetos, o al interno de sus emociones y experiencias.
A la hora de considerar el emisor/destinatario del proceso comunicativo hay que considerar toda una serie de elementos que no se pueden olvidar y que cambiaran su percepción del mensaje.
En este contexto el mediador de la comunicación tiene el papel de integrar el sistema “psicocognitivo de los individuos (su saber y querer) en el sistema de la organización material de la producción de bienes y servicios” es un papel que, a pesar de parecer muy fácil de desarrollar, esconde la necesidad de una formación muy adecuada al nivel de competencia que este tiene que tener para cumplir con los objetivos.
La gran innovación, a nivel pedagógico, de esta figura será la de: dejar de trasmitir sus ideas y su sapiencia a “recoger las experiencias de los destinatarios, seleccionarlas, ordenarlas y organizarlas y así estructuradas, devolvérselas, de tal modo que ellos puedan hacerlas conscientes, analizarlas y reflexionarlas” (Kaplún, 1998:79) en palabras de Silva será un “sistematizador de experiencias” donde lo personal y lo vivido serán la base y el empiezo del dialogo comunicativo.

El concepto de educomunicador se inserta perfectamente en estas consideraciones y en sintonía con cuanto declarado por Silva se define como “un mediador en los procesos de interacción de la comunicación” (Silva en Aparici, 2009:9) y su marco conceptual es él de un “contexto tecnológico donde todos somos potencialmente comunicadores”
El educomunicador, termino cuñado por Kaplún (1998) en definitiva, adopta el lenguaje de los nuevos medios, para desarrollar una pedagogía que sea interactiva y “dialogante” potenciando el auto-aprendizaje (que genera un importante sentido de motivación) delineando nuevas metodologías donde además se tengan en consideraciones no solo la consecución de los objetivos prefijados sino también los procesos y las dinámicas que se pueden desarrollar en el aprendizaje.


REFERENCIAS

APARICI R, (2006) Comunicación educativa en la sociedad de la información. Correa García En “Interactividad el desafió emergente de la comunicación en la educación presencial y a distancias (pp 577-595), M. Silva” ¿NUEVAS QUE…APLICADAS A QUÉ…? El relicario pedagógico de los medios y las nuevas tecnologías (pp 559-576) UNED

MAC LUHAN, Gli strumenti del comunicare, Il Saggiatore, Milano, 1967

SILKEL G.”Una mirada la otra, la cultura desde el consumo” Venezuela, 2002
[consultado el 16 de marzo de 2010]
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cultura/sunkel.doc

TERRERO”Teorias de la comunicacion”Andrés Bello 2006
[consultado el 16 de marzo 2010]

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